Si, ya se lo que muchos dirán; que los niños y jóvenes deben estar lejos de las redes sociales por ser peligrosas, que se vuelven adictos, que hay muchos criminales camuflados, que no son responsables con lo que publican, que los amigos que adquieren no son buenos, que... Pero el problema no son las redes, no son los jóvenes; el problema somos los que no les enseñamos, el problema somos los que no confiamos en ellos, el problema somos los que no les damos cariño, el problema somos los que los dejamos solos; el problema somos nosotros.
Las redes sociales -como todo lo que usamos- nos refleja; nuestros miedos, nuestros falencias; en resumen nuestros "fantasmas". Y claro que hay cosas malas, pero los niños y jóvenes aprenden de nosotros, de nuestro ejemplo, replican lo que hacemos -no lo que decimos- y si nos ven irresponsables en el uso de las redes, ellos tambien lo seran sin importar todas advertencias y amenazas; las usaran como nosotros y tanto como nosotros sin importar que se lo prohibamos y las bloqueemos; son la generación de la tecnología y burlaran cualquier traba que les pongamos; y harán exactamente lo mismo que hagamos. ¿Y para que sirven las redes? El facebook por su penetración es ideal para coordinar con los alumnos: clases, trabajos y todo material educativo imaginable. El twitter es muy bueno para enseñarles a expresarse de forma resumida y como inmenso repositorio de enlaces muy interesantes; y ahora con la omnipresencia del móvil incluso el whatsapp es necesario para coordinar actividades inmediatas, y claro en todos los casos también esta el componente social y lúdico. Las redes no son el problema, el problema somos nosotros; aprendamos a usarlas, de esa forma nuestros niños y jóvenes aprenderán también, y luego integrémoslas en el quehacer educativo -formal, informal y no formal-, convertirlas en nuestras aliadas y serán una gran ayuda para mejorar el proceso de aprendizaje.
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AutorDocente y Discente. Archivos
Agosto 2017
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